La realidad demuestra que la demagogia, la hipocresía y la ignorancia no son patrimonio de ningún grupo concreto.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El buitre

Había un buitre, picándome los pies. Ya había desgarrado las botas y los calcetines, ahora picaba ya la carne de los pies. Siempre picaba, volaba luego inquieto varias veces a mi alrededor y proseguía su trabajo. Pasó un señor por mi lado, miró un rato y preguntó por qué toleraba al buitre.
-Estoy indefenso- le dije-, llegó y comenzó a picar, entonces quise, naturalmente, espantarle, incluso intenté ahogarlo, pero un animal así tiene mucha fuerza; como quería saltarme a la cara, decidí sacrificar mis pies. Ya están prácticamente destrozados.
-No entiendo que se deje atormentar de ese modo, un tiro y el buitre está listo.
-¿Así de fácil?- dije yo-. ¿Podría hacerlo usted?
-Encantado- dijo el señor-, sólo tengo que ir a casa y traer mi escopeta. ¿Puede esperar una media hora?
-No lo sé- dije, y me puse rígido por el dolor-. Pero por favor, inténtelo por todos los medios.
-Bien- dijo el señor-, me daré prisa.
El buitre nos había escuchado durante la conversación, mirándonos sucesivamente a uno y a otro. Entonces me di cuenta de que lo había entendido todo, salió volando, se paró a cierta distancia y se inclinó para tomar impulso, luego introdujo el pico en mi boca como un lancero y me atravesó. Mientras caía hacia atrás, sentí, liberado, cómo se ahogaba sin salvación en mis entrañas, inundado en la sangre que se derramaba a torrentes.

El buitre (1920)
Franz Kafka

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ya está aquí

Despierta, esto no es un sueño. Ya está aquí, ha llegado el momento. Pero tranquilo, el guión está escrito, nada debe entonces preocuparte. No intentes nadar contracorriente. Te expondrás demasiado. Bicho raro, amargado, quizás nihilista puede que te llamen. Pero el Señor ya está aquí. Él es tu pastor y nada te falta.

Olvídalo. Abandona las viejas disputas familiares, el desprecio, la falsedad. Compórtate, se feliz aunque finjas, aunque tu dicha sea impuesta. Importante es que compres turrón. Ah, y no olvides un buen vino. Gástate el dinero que no tienes. Vende tu sonrisa, adáptate. Los demás harán lo mismo.

Despierta, ya te lo advertí, esto no es un sueño. El mundo nunca duerme mientras se pudre. Él ya está aquí, junto a todos nosotros. En realidad jamás nos ha abandonado. Nunca ha habido nada que temer mientras gemina perpetuo el salvador.

Olvídalo. Disfrútalo tú, vívelo tú, intenta engañarme mientras me aparto. Porque aislarse es imposible. Pero la oscura venda que cubría mis ojos cayó hace ya mucho tiempo. Yo, un puto nihilista. Quizás. Intenta convencerme que lo absurdo no es lo que nos empuja y gobierna. Bueno, no hace falta. Ya lo sé, soy un puto bicho raro, amargado, nihilista. Quizás.

Pues eso, que pases una feliz eso, NA-VI-DAD.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La inmovilidad de lo absurdo

Luchando contra la inmovilidad del pensamiento, que transcurre sin que a nadie le importe. Puede que a mí tampoco. No lo sé, hoy no tengo nada claro.
La esencia que nos define es absurda; todo lo es. Quizás mañana me convenga parar, reinventarme. Me dedicaré a experimentar, a no volver a desperdiciar más el tiempo en nimiedades. Pondré fin a la vida que he llevado hasta el momento, para que todo cambie y ya nada sea igual. Pero, ¿a quién le importa todo esto? A mí no, por supuesto. De lo contrario, dejaría de plantearme la certeza racional de lo absurdo.