La realidad cotidiana. La realidad. Realidad. Dejar caer sobre un papel en blanco todo ese mazacote de fetidez repelente, con sus tripas al aire y todo oliendo a mierda fresca… como dijo un tal Pedro Juan.
El anciano es arrastrado por la silla de ruedas. Su cabeza ladeada se balancea al ritmo del desnivel del paseo. Babero azul. Una liana de saliva cuelga de su boca, columpiándose alrededor de su pecho. Mirada perdida de ojos que no observan qué o quién lo arrastra. Todo da igual, ya no importa. ¿Merece la pena vivir así?
El barbudo camina. Sucio, distraído. Saca cuentas de algo mientras habla con alguien que no veo. Para él yo no existo. Pasa junto a mí y sigue su camino. Me giro y sigue conversando y contando.
Ayer murió otra mujer. Fue cerca de mi casa. La mató su marido. Suma y sigue. Nada va cambiar hasta que las mujeres espabilen, hasta equilibrar la balanza. Se nos ha olvidado que somos animales y como tal nos comportamos. Eso será así por siempre. Matar ellas primero; la única solución.
-Sabes, hay gente a la que no le gusta lo que escribo. Me dicen que no pueden leerlo. Les resulta todo muy… real.
-Ahh, si claro. Es muy duro saber que existen esas cosas. Hoy en día, a la gente no le gusta eso.
-¿El qué?
-La realidad.
El anciano es arrastrado por la silla de ruedas. Su cabeza ladeada se balancea al ritmo del desnivel del paseo. Babero azul. Una liana de saliva cuelga de su boca, columpiándose alrededor de su pecho. Mirada perdida de ojos que no observan qué o quién lo arrastra. Todo da igual, ya no importa. ¿Merece la pena vivir así?
El barbudo camina. Sucio, distraído. Saca cuentas de algo mientras habla con alguien que no veo. Para él yo no existo. Pasa junto a mí y sigue su camino. Me giro y sigue conversando y contando.
Ayer murió otra mujer. Fue cerca de mi casa. La mató su marido. Suma y sigue. Nada va cambiar hasta que las mujeres espabilen, hasta equilibrar la balanza. Se nos ha olvidado que somos animales y como tal nos comportamos. Eso será así por siempre. Matar ellas primero; la única solución.
-Sabes, hay gente a la que no le gusta lo que escribo. Me dicen que no pueden leerlo. Les resulta todo muy… real.
-Ahh, si claro. Es muy duro saber que existen esas cosas. Hoy en día, a la gente no le gusta eso.
-¿El qué?
-La realidad.
Sí, es verdad, a veces tapamos los ojos para no ver, para no sufrir, para seguir viviendo en nuestro fácil, sencillo, feliz "mundo de Yupi"...
ResponderEliminarUn beso,