La realidad demuestra que la demagogia, la hipocresía y la ignorancia no son patrimonio de ningún grupo concreto.

miércoles, 18 de julio de 2012

El pintor asesino


(...) No sé lo que estoy diciendo. Quizá debería empezar por el principio. No tengo orden, no tengo concierto. No sé cuál es el principio. No sé el momento en que me convertí en un asesino. He sido muchas cosas en la vida, pero la afición al arte del crimen me llegó a los cincuenta. Antes pensaba en el crimen y temblaba de pánico. (...)

(...) En el homicida sus deseos de muerte surgen junto con sus emociones al servicio de la vida. Del mismo modo, el amor y el odio conviven dentro de nosotros. El homicida forma parte de nuestra humanidad. Es el aspecto frágil y cruel de nuestra conducta el que hace a muchos de nosotros capaces de matar. Existen tres elementos sicológicos entrelazados que nos inclinan al homicidio: frustración, temor y depresión. Todos los criminales se sienten internamente atormentados. Su guerra contra sus entrañas la convierten en guerra contra el prójimo. Son personas atormentadas, atrapadas en el intenso conflicto de sus sentimientos sexuales. La personalidad del asesino es compleja. (...)

El Pintor Asesino

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