(...) Se notaba que su mente estaba llena de ideas preconcebidas, que le había metido sus padres, quienes a su vez las habían recibido de sus antepasados. Nunca tenía ninguna duda, sobre cualquier cosa daba una opinión inmediata y limitada, sin embarazo de ningún género y sin comprender que pudieran existir otros modos de ver. Se notaba que aquella cabeza estaba cerrada, que por ella no circulaba ninguna idea, ideas de esas que renuevan y sanean una mente como el viento que pasa por una casa cuyas puerta y ventanas se abren. (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario