
La verdad: la democracia es un palo de goma manchado de sangre donde la corrupción se acepta como un cáncer benigno del sistema. No votamos partidos, ideologías ni pensamientos. Votamos acuerdos entre títeres que llenan sus bolsillos mientras sacian sus estomagosagradecidos. A nadie le seduce gobernar, sólo interesa el poder y las influencias.
¿La verdad? Lee la foto.